Una página dedicada a despertar el ser interior y tomar conciencia de uno mismo.En tu interior tienes toda la sabiduría, en este blog solo encontrarás un reflejo de ella.


miércoles, 23 de enero de 2013

El éxito en la vida está frente a nosotros


"Cualquiera es espiritual dentro de una iglesia o una sinagoga. En un entierro o en un nacimiento. Pero hay que dar un paso más, observar qué ocurre en el mundo. ¡Salir! Preguntarse: ¿las consecuencias de todo lo que hago pueden ayudar a alguien aunque nunca sepa que las hice yo? La espiritualidad está aquí o no existe. Una espiritualidad teórica es lo mismo que nada", reflexiona Daniel Rotsztain, autor de Y ahora ¿qué? Emprender el camino para ser uno mismo, que cuenta con un complemento interesante, los comentarios del rabino Sergio Bergman al final de cada capítulo.
Rotsztain es empresario, especializado en tecnología de la información. Creador de la Escuela del Alma, centro de reflexión espiritual donde con un equipo multidisciplinario busca integrar la vida profesional con la espiritual.
"En realidad no tratamos de unir, sino de reunir, porque en el pasado el trabajo tenía una inseparable dimensión espiritual. Tanto, que en lengua hebrea hay una misma palabra para trabajo y servicio. Pero en la actualidad confundimos trabajo con empleo, que es algo que uno hace únicamente para ganar dinero", agrega.
Hace nueve años, el autor contrajo una grave y poco común enfermedad de la sangre que lo tuvo tres veces al borde de la muerte. Logró recuperarse y a causa de la experiencia escribió Y ahora ¿qué?
"Suelo decir que escribí el libro en un segundo, aunque en realidad tardé más de dos años y medio en ponerlo en palabras. Mi enfermedad me enfrentó con muchas cosas, una de las cuales era ésta: yo no me gustaba. ¿Por qué? Es terrible convivir con alguien que no te gusta, pero es peor si esa persona es uno mismo. Las largas horas inmóvil, acostado en una cama, me fueron poniendo frente a una puerta cerrada: yo mismo. Es que nos forman para agradar, no para ayudar, y terminamos por creer que eso somos nosotros. También comprendí que en mí había una profunda fractura entre mi mundo espiritual y mi mundo material. Mi profesión, mi carrera como empresario y mi naturaleza espiritual".
¿Cómo hizo para recuperar su verdadera identidad? 
Empecé por algo muy general, nuestro lugar en el cosmos, seres humanos habitantes de un diminuto planeta. Descubrí que en el universo lo normal es la no vida. No tengo dudas de que hay vida en alguna otra parte del cosmos, pero aquí, en nuestra galaxia, en este vecindario de miles y miles de kilómetros somos únicos. Somos un milagro, seres trascendentes, y si es así debemos tener una misión trascendente que nos hace humanos. Esto me llevó a comprender que la espiritualidad es algo propio del ser humano, su sentido más profundo. Y cuando un ser humano va contra su naturaleza se aleja de su centro y no es feliz. Siente un tremendo desarraigo y la única solución posible es reencontrarse, asumir su espiritualidad. Yo me había ido apartando de mi naturaleza espiritual y por eso me había enfermado.
¿Cómo es eso? 
Mirando hacia atrás me di cuenta de que continuamente había recibido advertencias, llamados a la realidad, pero no los había oído. Y cuando Dios, la trascendencia o como cada uno quiera llamarla se cansa de hablar, ¡paf! te da un palo. Esa fue mi enfermedad. Entonces pensé que no era necesario un proceso tan traumático para reaccionar y reencontrar el camino. Que uno podía escuchar las advertencias e ir estableciendo cambios progresivos, trabajar todos los días un poquito e ir corrigiendo esos pequeños desvíos.
¿Cómo nos damos cuenta de que vamos por el camino equivocado? 
Es muy simple: siendo honestos con nosotros mismos y preguntándonos cómo nos sentimos. No pensando nuestros sentimientos, sino sentiéndolos. Y siempre la respuesta es que pese a nuestros logros materiales sentimos un gran vacío. Ese es el síntoma.
¿Qué significa no pensar nuestros sentimientos? 
Nos hemos acostumbrado a movernos simplemente con la razón, con la matemática. Y la matemática sirve para dividir, dividir las cosas para poder manejarlas y controlarlas. No es que sea algo malo, pero no es lo que necesitamos en este caso. Tenemos que rescatar algo que hace cientos de años estaba muy unido con la parte espiritual, nuestra parte intuitiva, la emoción. Para algunos, la intuición como camino inspira temor, pero la gente debe entender que conectarse con la espiritualidad no es perder poder, es otra cosa, es tener las herramientas para lograr una vida mejor. Esto nos lleva a redefinir qué entendemos por éxito en la vida.
¿Qué es el éxito? 
Creo que el éxito consiste en vivir plenamente. El dinero no es algo perverso, no está bien ni está mal, todo depende de qué hacemos para conseguirlo y cómo lo usamos. A todos nos gusta vivir bien pero, ¿cuánto estamos pagando para vivir bien? Cuidemos lo que verdaderamente vale: nuestro amor, nuestros seres queridos, nuestros vínculos. Lo material importa y es bueno, pero viene como consecuencia de lo otro, nunca como objetivo final. El éxito en la vida está frente a nosotros porque todos podemos conectarnos con nuestra espiritualidad para ser lo que debemos ser.

Por Daniel Rotsztain

lunes, 7 de enero de 2013

Relación de pareja – Qué ocurre cuando uno de ellos Despierta la Conciencia


Puedes ser tú hombre o tú mujer el que empiece a tener una fuerte motivación que le tira hacia la búsqueda de la espiritualidad y el descubrimiento interior, aunque cuando uno de los componentes de una pareja decide emprender la búsqueda en solitario hacia el encuentro con uno mismo, se suceden varias cosas que se van a presentar y a las que va tener que hacer frente.
Por supuesto, cada experiencia en cada persona es distinta pero esto puede ser un perfil habitual.
El que se inicia en este trayecto espiritual en solitario, sabe que ha dado con algo que le hace muy feliz y se llena de su propia alma.
Cuando intenta compartir lo que siente con su pareja, esta se sorprende y no es capaz de entenderlo y vivirlo del mismo modo que lo vive él, con entusiasmo e ilusión.
Esto, en un principio le hace sentir mal e incomprendido.

Al mismo tiempo, la pareja, mirando la situación desde un punto más cerebral, siente la mayoría de las veces que habla con él, que está perdiendo el juicio y la razón, que todas esas historias le están confundiendo y piensa que esta perdiendo el tiempo, ya que tampoco cree que sus ideas y su forma de pensar “nueva” sean válidas para este tiempo.
Para el que emprende la búsqueda es un trago amargo el sentirse incomprendido, pero para el que lo acompaña también, ya que le invade el temor, el terror de perder a la pareja, y el de no entenderse si sigue así al hablar diferente idioma.
Pero pasa el tiempo y el que está buscando se da cuenta que todavía le falta encontrarse consigo mismo, que es duro seguir sólo en el despertar y que sería más fácil si pudiera ser comprendido por su pareja, pero al mismo tiempo se adquiere calma, bienestar y más comprensión, que antes faltaba.
Hay que saber que es lógico y normal que no se entienda este comportamiento, pues cada cual tiene su momento de despertar, su tiempo de “luz” en el que se da cuenta del motivo de su existencia, aunque sea por un camino distinto al que la pareja descubrió.
Le sigue una nueva etapa en la que el buscador se da cuenta que su trayectoria, su aprendizaje por decirlo de algún modo, está despertando en su ser más íntimo una mezcla de entusiasmo, euforia, curiosidad, ganas de saber más y más, ganas de compartir con los demás, por decirlo de algún modo.
Siente la necesidad de hacer, decir y hacer cosas para compartir lo que percibe y vive con tanta intensidad.
Y cuanto más eufórico está en esto, la pareja se posiciona en un puesto de más incredulidad y crecen lo abismos; ¡es normal, el que ha cambiado eres tú no tu pareja!
¡Es tu proceso de despertar de conciencia!
El que emprende este camino sabe que no va a retroceder, no desea volver atrás por nada del mundo, pero es que tampoco puede ni quiere, tiene clarísimo cual es su postura aunque no su trabajo a seguir, se tiene que dejar llevar y fluir por las “señales” y su intuición.
Se empieza a tener un sentimiento distinto hacia las cosas (como de más desapego a lo material), y se hace uno menos vulnerable a lo que dicen, hacen y piensan los demás, porque por lo menos se tiene algo claro, empiezas a quererte más, ¡que ya es mucho!
La pareja muchas veces no comprende nada y se desespera por que cree que te está perdiendo, y puede que sea así, al no comprender como has podido cambiar tanto.
El que emprende el camino espiritual, dedica el tiempo a buscar, se convierte en insaciable buscador de sí mismo y de lo que le rodea, y sabe que no puede dejar de buscar , se convierte en su forma de vida y cuanto más aprende de si mismo, más se conoce y conoce a los demás.
Esto tiene una recompensa, y es que su manera de ser producirá tarde o temprano un cambio a su alrededor.
Y estos cambios pueden ser de distintas formas.
El que no busca, el que se mantiene igual puede tomar decisiones como esta:
Él o ella, ve que has cambiado tanto que ya no eres el mismo/a que conoció y ya no te comprende y le es más difícil cada vez estar a tu lado, ya que hay algo que se le escapa que no puede controlar.
(Estáis vibrando en diferentes frecuencias y la persona que se mantiene igual no puede soportar ese estado vibracional más sutil del otro).
Otra es, quedarse a tu lado por comodidad, por estatus, por economía, aunque no lo entiendas y vivir vidas totalmente separadas en el espíritu, (que suele ser lo más común).
Otra es que el amor, el que no crea dependencia, ni exige, ni controla, ni quiere cambiar a nadie se convierta en comprensión y en el motivo para vislumbrar lo que le está sucediendo a tu pareja e inclusive puede despertar en ti lo mismo, y te digas; seguro que aprenderé si empiezo a mirarle con los ojos del alma, creo que hay una verdad ahí de la que puedo algún día beber de ella.
Unas veces se rompen las relaciones de pareja, pero otras se transforman y se entregan con más amor, se enriquecen y se nutren de una manera desconocida hasta entonces.
Si habéis recorrido el camino espiritual en solitario, recordad que no es impedimento para mantener una relación equilibrada, sino todo lo contrario ya que puedes comprender el porqué de las cosas y saltar esa dificultad que no es más que una prueba más de la capacidad de amor que se tiene que sostener, ya sea compartiendo la vida con la misma pareja y ayudándola con toda la información que tienes ,que para eso es la información para compartirla y así otros y tu pareja ,la tengan y tomen su decisión o entendiendo que se tiene que romper para seguir por otra senda que te hará sobre todo continuar aprendiendo, esta vez sin rencor y sin reproches por que un ciclo ha terminado ,pero siempre habiendo intentado ayudar a tu pareja y no dándole de lado por que con lo que has aprendido seria una posición muy egoísta el no ayudar al dormido.
Cuando uno despierta, despierta para el y para los que están con el, ya que lo normal es compartir y ayudar a los demás a despertar, siempre con respeto y mucho tacto, sin ofender, ni imponer.
La gran suerte del mundo es lo que les sucede a las parejas que despiertan al unísono, se convierten en una unidad que les conecta con el cielo y la tierra para descubrir las verdades y el propósito de la vida.
Entienden y comienzan a vivir la espiritualidad de forma activa en cada cosa que hacen, lo viven y lo sienten juntos, por eso descubren cual es su sino en relación con todas las cosas que les suceden en el día a día de una manera más equilibrada.
A la vez descubren que han venido juntos a estar aquí en esto, en este justo tiempo porque ya lo pactaron con anterioridad en algún otro “lugar” antes de nacer y siempre por un motivo, ayudarse y ayudar con su ejemplo y su manera de vivir.
Por eso estas parejas mantienen mejor el equilibrio vibracional ya que al ser ambos los que se sostienen en una misma frecuencia les hace crecer espiritualmente de una forma más evidente.
Eso es lo que tiene que ser, si no pudiera ser después de haberlo intentado que cada espíritu siga su camino de evolución con respeto y siempre dispuesto a ayudar por que tarde o temprano todos llegamos a Roma, seria una pena llegar separados al mismo sitio y darse cuenta de que se podía haber evitado si había amor entre los dos.
Un abrazo de luz.
Viajante de las Estrellas